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L'hiver est à venir...




martes, 13 de septiembre de 2011

"HOY" Parte 2

Por si no has leído la anterior parte, el link es este: http://nubesdeverso.blogspot.com/2011/06/hoy.html
Y, si.. lo sé.. he tardado dos milenios en publicar esta segunda parte... sorry... =(


HOY

No. Tal vez hoy sí sea el día. Me noto diferente. A lo mejor es porque estoy mareadísima. El continuo movimiento de la cama meciéndose me pone del hígado...

Estoy fatal. Mi madre dice que no debo ir al instituto, que tengo que quedarme en la cama aburriéndome "like a ostra". Pero me he negado. Hoy tengo que buscar el siguiente papelito.



Si... tal vez me esté volviendo paranoica y solo sea una broma de mal gusto, pero siempre me ha gustado el juego de buscar el tesoro.

Así que haciendo caso omiso de los mareos, me visto y me marcho en dirección al instituto.

Allí comienza de nuevo un aburrido y monótono día. A la hora del primer descanso, saco el último papelito y lo releo. ¿La parte buena de las cosas? 
Ahora sí que no tengo la más remota idea. Seguro que al final será la cosa más sencilla del mundo.

Tengo ganas de contárselo a alguien, pero no está recomendado contárselo a ninguna de las niñas de mi instituto... por si acaso.


Así que me dirijo hacia el pasillo, intentando que ningún profesor pueda verme e impedirlo.  Miro a mi alrededor y nada me hace recordar la "parte buena" y la "parte mala" de nada...

Al final, estoy a punto de volver al patio, cuando veo que en el banco de la conserjería hay una chaqueta raída y vieja. Suele haber ropa ahí, que alguien encuentra y no se sabe de quién es.

Me acerco y veo que no toda está raída. Hay un círculo a la altura del pecho y un corte. Demasiado fácil. Seguro que la nota está ahí, ya verás.

Meto la mano y ... ¡¡Como no!! Allí está. Doblada cuidadosamente y con la letra pequeña, igual que las anteriores notas.



Y por detrás, una Y griega. Que con las otras dos notas, completa la palabra "HOY".



Ya decía yo, que hoy es el día. ¡Todo lo indica!
Bueno, esta sí que es más clara que el agua, pero faltan dos minutos para que termine el descanso... ¿Merece la pena? Si. Creo que si. A ver si no me pillan...
Subo hasta el último piso. Hace dos años, los de primero de bachiller se pasaron dos semanas haciendo una especie de planetario en una clase en desuso. Representaron el Sistema Solar haciendo planetas y demás con cartón, papel y cola blanca... Tiene que ser ahí a narices, vamos. Por suerte, este piso nunca se usa, está desierto (vale, si.. da algo de cague...) aún así, estoy al tanto de cualquier ruido que se escuche. Envío un SMS a Lau para que se invente alguna excusa por mí si preguntan dónde estoy. Espero que tenga el móvil en silencio...jeje.

Me acerco hasta la puerta que creo que es y... mierda... está cerrada con llave.

Toc... toc... toc.

¡Pasos! ¡No!  Se acercan y no sé donde meterme. Por las escaleras aparece el profesor de Sociales (¿Otra vez? ¿Con una vez de pillarme en el tema "nota-misteriosa" no le basta?).

-Señorita Sor del Río. ¿Le importaría decirme que hace Ud. aquí?.-preguntó con cara de "¡Es usted sospechosa!".

-Ehh... yo...-¡¡Piensa, piensa, piensa!!-El profesor me envió a buscar... un bote de pintura para unas maquetas. Y... esto... se le olvidó darme las llaves.

Por favor, que se lo crea. Por favor, por favor, por favor... Cruzo los dedos detrás de la espada.

-Ah, bueno. Tengo aquí unas.-me las tiende. Alucino en colores.- Pero después déjalas en conserjería, ¿vale?

-Vale, sí. Perfecto.-macro suspiro interior.

¡Gracias, inventor de las mentiras! ¡Gracias!

Espero que ya no se le vea el pelo (literalmente) y entro en esa oscura y siniestra aula. Un escalofrío me recorre la espalda. No es que le tenga miedo a la oscuridad, si no a lo puede haber en ella.

A ver si encuentro el interruptor... Alargo el brazo hacia donde creo que está la pared... doy un paso... otro... ¡Badabloum!
¡La torta padre me acabo de pegar! Maldito... digo maldita... ¡Estúpida cosa del suelo! Y para colmo no he encontrado el interruptor. Para reírme estoy yo ahora, vamos. Me levanto. Mi caída ha levantado una enorme nube de polvo del suelo. Parece que no haya pisado (ni limpiado) este sitio nadie en un siglo y medio.

Bueno, se ve que voy a tener que utilizar el móvil como linterna. "Apunto" con él a la pared. Nada. Solo negro. Ni rastro de un maldito interruptor de la luz. ¡Jolines! Bueno, pues yo de aquí no me voy sin algo nuevo (a parte del moratón que me va a quedar de la caída).
Me armo de valor y me convenzo a mí misma de que no hay nadie aparte de mí entre estas cuatro paredes.
Ilumino el suelo para ver donde piso. ¡Un ruido! ¡Juro que he oído un ruido! Venía de la esquina que está a mi derecha. Pero solo hay... un armario... mierda. Sí hay alguien. Creo que estoy congelada. No puedo moverme del miedo que tengo. Soy una estúpida. Lo sé... pero estoy muerta de miedo.

<<Calma, Ilda. A lo mejor es un gato o ... no sé. El final de este estúpido juego de pistas. Calma. Calma. Ahora muévete hacia el armario. Sí, soy algo masoquista pero no importa. Respiiiira, y camina hacia tu derecha. Eso es. Muuuy bien.>>
Me están desesperando mis propios pensamientos. Me estoy volviendo majareta.
Mientras camino, mi subconsciente está rezando "Por favor, que no tenga un cuchillo, que no tenga una pistola. Que no tenga una cuerda... por favor."

Tengo mi mano a diez centímetros del pomo de la puerta del armario. Siete... cinco... tres... dos... lo tengo. La otra mano. Listo. ¡Venga Ilda, tú puedes!

A la de una... dos y ... ¡¡No puedo!! Venga, que sí.

Una... dos... y ... ¡tres!

¡La he abierto! Ahora, tranquilamente, abre-los-ojos.

¡¡¡¡AAAHHH!!!

Grito todo lo que mis pulmones me permiten.
Casi me mata del susto. Es un esqueleto de plástico que los de infantil y primaria utilizan para aprender lo huesos y las partes del cuerpo. Pero lo han pintado de tantos colorines que parece un payaso que ha pasado demasiado tiempo sin comer.

La madre del cordero. Respiro hondo. Y cuando voy a cerrar la puerta del armario otra vez. ¡Blum! El esqueleto se cae encima de mí.

-Me cago en el puñetero esqueleto...-maldigo por lo bajo.

Cuando me lo consigo quitar, me doy cuenta de que hay algo más dentro de ese pedazo de madera a punto de desmoronarse (lo llaman armario).

El armario cruje, y de él sale un pie... seguido de una pierna, otra, un torso y la cabeza de un chico al que no había visto en mi vida, creo.

No grito porque estoy muerta del miedo, y además haría el ridículo, si no lo he hecho ya antes.
Me coge a "Huesito" (los peques lo apodaron así) y lo mete dentro del armario. Se gira, y me mira a os ojos.

-Hola.-murmura.

Yo exploto.

-¡¿Llevo quince minutos en una clase a oscuras, pasando un miedo que te cagas y solo se te ocurre decir "Hola"?¡.- estoy a punto de soltar una burrada.

Entonces, él (aunque sea un imbécil que solo gasta bromas estúpidas, hay que reconocer, que no está mal del todo) me coge la cabeza y aprieta sus labios contra los míos.

Primero me reboto e intento soltarme. ¿Con qué derecho se cree este, que ni siquiera lo conozco, a hacer eso?
Pero luego me doy cuenta de que solo discuto por placer, que en realidad no tengo ninguna gana de apartarme, por muy increíble que parezca.

De repente, se abre la puerta y entra una luz. Escucho de lejos (Estoy centrada en otra cosa, entendedme) la voz del profesor de Sociales acompañada de una risa que da mucho que pensar.

-Ya me parecía a mí, señorita del Río, que se pasaba usted mucho tiempo buscando esas pinturas...

FIN

___

Ya... ¡por fin! ¿Cuanto llevo prometiendo esta última parte del relato? Sabe Dios...
Bueno, pues aquí está y espero que os haya gustado, aunque termine como la mayoría de mis relatos (Solo hay uno aquí publicado, el del Autobús, xD).

¡Au revoir, mes adorables!

2 comentarios:

  1. Muerte roja

    BUf que bueno!!!

    Que momento el de la caída del esqueleto. Que susto!!!

    Gracias por avisarme de esta entada y por supuesto por "cotillear" en mis entradas pasadas, así me conocerás mejor :)

    Besitos Cali :)

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  2. Nada, mujer. Pa eso estoy. ;D Genial que te guste!! =)
    Y la foto tuya mola. =P

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Muchas gracias por dejar tu sueño en nuestra pequeña nube.