Dioss.. lo siento mucho, en serio. Dejé el Blog abandonado, pero ahora con el Verano vuelvo con fuerzas... LO SIENTO!!
Algún día
Si, puede que algún día me levante de buen humor.
Pero sé de bien que hoy no es ese día.
Ayer no fue tampoco, ni anteayer, ni la semana pasada...
En fin. Que me acuesto de mal y humor y me levanto de mal humor.
En cuanto dan las 7:32:01 exactamente, el dichoso despertador hace su interminable aparición:
"Bip, bip, bip... bip, bip, bip..."
Y el habitual "¡Alabado sea Dios! ¡Que alguien apague ese endemoniado chisme!" de mi madre medio dormida.
A veces me dan ganas de dejarlo sonando para que toda la casa se entere de que hay que levantarse. Pero no soporto que el maldito ruido me taladre los tímpanos.
Pero claro, cuando termina la tortura, me levanto.
Levantarse, ¡aiii!
Mi cama es de estas altas del "Ikea" y a mi padre no se le ocurrió otra idea que poner el cuadro con mi nombre colgado en el techo encima de la cama por si algún día despierto con amnesia.
" Ilda Sor del Río nació el 12 de
Noviembre de 1993.
En la ciudad de Nueva Orleáns.
Su santo es el 28 de Junio. "
En realidad no nací en Nueva Orleáns, si no en Mallorca. Pero a mi madre siempre le hizo ilusión tener una hija nacida en el extranjero.
Después de otras chorradas varias (y con la tentación de pegar cuatro gritos en lugar de ir cama por cama despertando a la gente) por fin, el desayuno.
Normalmente no tengo mucha hambre por las mañanas, aunque más bien es por las prisas.
Siempre tengo una frase grabada con fuego en el cerebro:
"Ilda, cariño. Haz el favor y come unos cereales, mujer. Que con tan solo un Cola-Cao te vas a quedar anoréxica."
Anoréxica, dice. Pues el resto de niñas que conozco son algo más flacas que yo (tal vez exagere... a lo mejor sí que soy anoréxica...¡yo qué sabré!).
Y aunque sea festivo, fíjate, siempre, siempre, siempre tendré un bocadillo de media mañana en el bolsillo pequeño de mi mochila. De vez en cuando también me cuelan un zumo...
Pero bueno, al menos en el instituto se está mejor.
Los profes.... como que ni caso. Luego, en los recreos, se junta la pandilla, en la que, como no, siempre hay una parejita que...ejem...
¿Que como voy yo?
Pues mira, de momento, como mis mañanas. Terribles.
Sonará algo cursi y típico, pero es lo que hay...
¡¡NOBODY!!
Si, lo que habéis oído. Nadie.
Aunque hoy, en el comedor, noté como se me erizaba el vello de la nuca. Sentí un escalofrío y una mirada que estaba clavada en mí.
Lo que no sé es de quién era.
***
Un día después
Me vuelvo a levantar. Esta vez tampoco es el día. Que desastre...
Pero hoy el aire de la calle huele diferente.
¿O me huele a mi distinto?
No lo sé, pero huele a vainilla.
¡Mmm!
Llego al instituto y abro mi taquilla.
Me "ataca" el mismo olor de antes pero como si estuviese concentrado.
Anda que no será raro...
Mi colonia no es, eso seguro.
Hoy he tenido que ponerme la de Ana, mi hermana pequeña. Que es de "Campanilla".
En realidad no he tenido que ponérmela, me la ha puesto ella contra mi voluntad... pero es lo que hay cuando se tienen hermanos pequeños.
Jo. A primera tenemos Sociales. Que rollo. Envidio al grupo de maquetación del periódico de la escuela. Llevan tres días saltándose todas las clases porque el viernes tiene que estar impreso el periódico.
Entro en clase con los libros. ¿He cerrado la taquilla?
¡No! Me asomo a la puerta y la veo cerrada. Vale. Si. La he cerrado.
Dejo los libros sobre mi pupitre, al lado de Sam, como no, y al apoyarlos, un papelito sale volando de entre las hojas de la libreta. Que, desafortunadamente, cae en las manos de Roger.
Desafortunadamente porque es la persona que más cotilleos puede contar en un minuto de todo el continente.
Me desespero. ¡Va a leer el papel en alto!
¿Y si es algo que solo debería leer yo?
Pero en el instante en el que Roger abre la boca para comenzar a leer, aparece el profesor de Sociales.
Suspiro. No es el mejor ángel de la guarda, pero prefiero eso antes que nada.
Guarda el papelito de libreta doblado en su bolsillo.
"Mierda". Pienso yo. Ni siquiera sé lo que es. Por eso mismo me preocupo tanto.
Me dirige una mirada de complicidad. A veces no sé lo que es peor, si tener a los profesores en el bando contrario o como enchufe... a veces las miraditas son mortales...
La clase se me está pasando lentísima.
Miro el reloj: las 9:00.
Dios. Me voy a acabar pudriendo aquí.
Riiiiiing
¡¡Al fin!!
Temo que no me lo vaya a dar...
recoge sus libros, coge la llave de la mesa...
¡Siii! Se mete la mano en el bolsillo y saca el papel.
Pone cara de incomprensión pero luego parece que se da cuenta y...
¡Me lanza el papel a la mesa!
Uff... Suspiro.
De buena me libré.
Ahora toca abrir la nota.
¿Que busque su sonrisa?
¿¿¿¿Pero la gente está majara o que???
En fin.. es la "notita misteriosa" y tendré que hacerle caso, ¿no?
Pero es que hay muchas sonrisas en este mundo... por suerte.
Bueno, estoy a punto de guardarla, pero, al darle la vuelta, me doy cuenta de que hay escrita una "H".
Bajo al comedor con la nota ya guardada en el bolsillo.
¿Una "H"? ¿Que pinta una "H"? ¿Será la inicial del nombre de la persona que ha escrito la nota?
Baah... ¡yo que sé!
Cojo los libros de Castellano y me vuelvo a sentar...
y así clase tras clase hasta que llega la hora de comer.
Bien. A ver si encuentro "su sonrisa".
En fin... me temo que va a ser imposible... hay demasiadas sonrisas en el comedor.
Me siento junto a Laura y Sofía y hablamos un rato. Hasta que son las dos menos diez y hay que ir tirando para las clases de nuevo.
Habrá que dejarlo para otro día.
Camino por el pasillo, con Laura y Sofi a mi lado. Y de golpe caigo.
En el recibidor hay un dibujo que hicieron unos niños que vinieron de Valencia un año. Es un payaso con la boca abierta enormemente en una sonrisa. Creo recordar que se había roto y ahora hay un agujero.
-Chicas, ir yendo para clase, voy al baño.-me excusé.
Entre la muchedumbre, llegué al recibidor y metí la mano dentro de la boca del payaso, con cuidado de no llamar la atención de Antonio, el conserje.
Mi mano toca algo. Es.. ¿un papel? ¿Otro más?
Bueno... esto debe de ser una broma.
Lo desdoblo. ¡¿Otra especie de acertijo?! Uff... Pero... ooh... ahora me pica la curiosidad. ¿Quién las escribe? ¡¡¡Quiero saberlo!!!
¡Pero bueno!
Ahora si que necesito conocerlo... ¡Que majo!
Espera, espera, espera...¿que me está pasando?
¡Si ni siquiera sé quién es!
Me voy corriendo a clase, con la mano en el bolsillo, haciendo de guardiana de las dos notas que me tienen loca... por cierto, la segunda, tiene una "O" por detrás....
______
Espero que os haya gustado. Habrá segunda parte. =)
¡Au revoir!
Hoy
Algún día
Si, puede que algún día me levante de buen humor.
Pero sé de bien que hoy no es ese día.
Ayer no fue tampoco, ni anteayer, ni la semana pasada...
En fin. Que me acuesto de mal y humor y me levanto de mal humor.
En cuanto dan las 7:32:01 exactamente, el dichoso despertador hace su interminable aparición:
"Bip, bip, bip... bip, bip, bip..."
Y el habitual "¡Alabado sea Dios! ¡Que alguien apague ese endemoniado chisme!" de mi madre medio dormida.
A veces me dan ganas de dejarlo sonando para que toda la casa se entere de que hay que levantarse. Pero no soporto que el maldito ruido me taladre los tímpanos.
Pero claro, cuando termina la tortura, me levanto.
Levantarse, ¡aiii!
Mi cama es de estas altas del "Ikea" y a mi padre no se le ocurrió otra idea que poner el cuadro con mi nombre colgado en el techo encima de la cama por si algún día despierto con amnesia.
" Ilda Sor del Río nació el 12 de
Noviembre de 1993.
En la ciudad de Nueva Orleáns.
Su santo es el 28 de Junio. "
En realidad no nací en Nueva Orleáns, si no en Mallorca. Pero a mi madre siempre le hizo ilusión tener una hija nacida en el extranjero.
Después de otras chorradas varias (y con la tentación de pegar cuatro gritos en lugar de ir cama por cama despertando a la gente) por fin, el desayuno.
Normalmente no tengo mucha hambre por las mañanas, aunque más bien es por las prisas.
Siempre tengo una frase grabada con fuego en el cerebro:
"Ilda, cariño. Haz el favor y come unos cereales, mujer. Que con tan solo un Cola-Cao te vas a quedar anoréxica."
Anoréxica, dice. Pues el resto de niñas que conozco son algo más flacas que yo (tal vez exagere... a lo mejor sí que soy anoréxica...¡yo qué sabré!).
Y aunque sea festivo, fíjate, siempre, siempre, siempre tendré un bocadillo de media mañana en el bolsillo pequeño de mi mochila. De vez en cuando también me cuelan un zumo...
Pero bueno, al menos en el instituto se está mejor.
Los profes.... como que ni caso. Luego, en los recreos, se junta la pandilla, en la que, como no, siempre hay una parejita que...ejem...
¿Que como voy yo?
Pues mira, de momento, como mis mañanas. Terribles.
Sonará algo cursi y típico, pero es lo que hay...
¡¡NOBODY!!
Si, lo que habéis oído. Nadie.
Aunque hoy, en el comedor, noté como se me erizaba el vello de la nuca. Sentí un escalofrío y una mirada que estaba clavada en mí.
Lo que no sé es de quién era.
***
Un día después
Me vuelvo a levantar. Esta vez tampoco es el día. Que desastre...
Pero hoy el aire de la calle huele diferente.
¿O me huele a mi distinto?
No lo sé, pero huele a vainilla.
¡Mmm!
Llego al instituto y abro mi taquilla.
Me "ataca" el mismo olor de antes pero como si estuviese concentrado.
Anda que no será raro...
Mi colonia no es, eso seguro.
Hoy he tenido que ponerme la de Ana, mi hermana pequeña. Que es de "Campanilla".
En realidad no he tenido que ponérmela, me la ha puesto ella contra mi voluntad... pero es lo que hay cuando se tienen hermanos pequeños.
Jo. A primera tenemos Sociales. Que rollo. Envidio al grupo de maquetación del periódico de la escuela. Llevan tres días saltándose todas las clases porque el viernes tiene que estar impreso el periódico.
Entro en clase con los libros. ¿He cerrado la taquilla?
¡No! Me asomo a la puerta y la veo cerrada. Vale. Si. La he cerrado.
Dejo los libros sobre mi pupitre, al lado de Sam, como no, y al apoyarlos, un papelito sale volando de entre las hojas de la libreta. Que, desafortunadamente, cae en las manos de Roger.
Desafortunadamente porque es la persona que más cotilleos puede contar en un minuto de todo el continente.
Me desespero. ¡Va a leer el papel en alto!
¿Y si es algo que solo debería leer yo?
Pero en el instante en el que Roger abre la boca para comenzar a leer, aparece el profesor de Sociales.
Suspiro. No es el mejor ángel de la guarda, pero prefiero eso antes que nada.
Guarda el papelito de libreta doblado en su bolsillo.
"Mierda". Pienso yo. Ni siquiera sé lo que es. Por eso mismo me preocupo tanto.
Me dirige una mirada de complicidad. A veces no sé lo que es peor, si tener a los profesores en el bando contrario o como enchufe... a veces las miraditas son mortales...
La clase se me está pasando lentísima.
Miro el reloj: las 9:00.
Dios. Me voy a acabar pudriendo aquí.
Riiiiiing
¡¡Al fin!!
Temo que no me lo vaya a dar...
recoge sus libros, coge la llave de la mesa...
¡Siii! Se mete la mano en el bolsillo y saca el papel.
Pone cara de incomprensión pero luego parece que se da cuenta y...
¡Me lanza el papel a la mesa!
Uff... Suspiro.
De buena me libré.
Ahora toca abrir la nota.
¿Que busque su sonrisa?
¿¿¿¿Pero la gente está majara o que???
En fin.. es la "notita misteriosa" y tendré que hacerle caso, ¿no?
Pero es que hay muchas sonrisas en este mundo... por suerte.
Bueno, estoy a punto de guardarla, pero, al darle la vuelta, me doy cuenta de que hay escrita una "H".
Bajo al comedor con la nota ya guardada en el bolsillo.
¿Una "H"? ¿Que pinta una "H"? ¿Será la inicial del nombre de la persona que ha escrito la nota?
Baah... ¡yo que sé!
Cojo los libros de Castellano y me vuelvo a sentar...
y así clase tras clase hasta que llega la hora de comer.
Bien. A ver si encuentro "su sonrisa".
En fin... me temo que va a ser imposible... hay demasiadas sonrisas en el comedor.
Me siento junto a Laura y Sofía y hablamos un rato. Hasta que son las dos menos diez y hay que ir tirando para las clases de nuevo.
Habrá que dejarlo para otro día.
Camino por el pasillo, con Laura y Sofi a mi lado. Y de golpe caigo.
En el recibidor hay un dibujo que hicieron unos niños que vinieron de Valencia un año. Es un payaso con la boca abierta enormemente en una sonrisa. Creo recordar que se había roto y ahora hay un agujero.
-Chicas, ir yendo para clase, voy al baño.-me excusé.
Entre la muchedumbre, llegué al recibidor y metí la mano dentro de la boca del payaso, con cuidado de no llamar la atención de Antonio, el conserje.
Mi mano toca algo. Es.. ¿un papel? ¿Otro más?
Bueno... esto debe de ser una broma.
Lo desdoblo. ¡¿Otra especie de acertijo?! Uff... Pero... ooh... ahora me pica la curiosidad. ¿Quién las escribe? ¡¡¡Quiero saberlo!!!
¡Pero bueno!
Ahora si que necesito conocerlo... ¡Que majo!
Espera, espera, espera...¿que me está pasando?
¡Si ni siquiera sé quién es!
Me voy corriendo a clase, con la mano en el bolsillo, haciendo de guardiana de las dos notas que me tienen loca... por cierto, la segunda, tiene una "O" por detrás....
______
Espero que os haya gustado. Habrá segunda parte. =)
¡Au revoir!
Muerte roja
ResponderEliminarMuy bueno si señor!!!
Lo único que tengo que objetar es que el padre este es un poco raro, eso de poner que su hija a nacido en otro lugar, pero bueno dejemoslo en padre rarito.
Espero la segunda parte ;)
Te gustó?¿ Genial!!
ResponderEliminar=) La rarita es la madre... jajajaa...
pronto la subiré.. ahora espero vuestra opinión del 1er cap de "La gema de Pyscis" del que ya tengo al final planeado y cuatro capis más preparados =P