Que viva la Semana Santa. Y si no que se lo digan a todas las entradas que publiqué esta semana! xD. Bueno, ya que tardé tanto, ahora bombardeo el blog con muuuchos capítulos. ¡Ahí viene!
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Seth se había quedado de piedra. ¿Quién habría sido el tremendo idiota capaz de atacar la aldea?
Bueno, aquello ya se pasaba de malo. Y para peor, con lo que acababa de pasar...
Daba igual. Le había entrado el espíritu de superhéroe y ya nada lo pararía. O eso pensaba el chico.
Antes de entrar algo le repelía como un imán. Como un viento fuerte que le empujaba fuera. Pero con un esfuerzo sobrehumano se opuso.
Puso un pie dentro de la desolada aldea. Se oían gritos y se olía humo.
Un familiar sonido silbante se acercaba a él.
Esta vez no.
Esta vez el dardo se clavó en el árbol más cercano. No en la piel de Seth.
Cuando el frío metal de una espada estaba a apenas diez centímetros de su piel, el "imán" hizo que sus pies se levantasen del suelo y que diese una vuelta en el aire, para ahora quedar a la espalda del parduzco ser.
Ahora comprendía la expresión de Ky. "Aquí si no eres así, se te come un tigre". Pues no iba desencaminada. Aquel enorme hombre tenía la piel atigrada. Con líneas negras que surcaban todo su cuerpo. Unos ojos verdes esmeralda...
... y piel que parecía pelo, pero que no lo era. Los hombres eran colosales. De la altura casi de las cabañas. Debían de rondar por los dos metros. Seguro que más.
Pero Seth no estaba para pensar en ello. Él si que acababa de dar un salto colosal.
Una pantera apareció detrás del chico. Una pantera negra, preciosa, de ojos violetas. ¿Ojos violetas?
-¿Ky?.-preguntó incrédulo pero a la vez vigilante, por si alguno de los hombres reaparecía por detrás.
La pantera rugió, como asintiendo. Después saltó. Un salto increíble que a Seth le pasó a cámara lenta. El felino, en este caso, la felina, cayó sobre uno de los hombres. Con el que empezó a luchar con uñas y dientes nunca mejor dicho.
Señal de que el chico debía actuar también.
Con su nuevo "poder" descubierto Seth saltó por encima de otro de los hombres. Pero esta vez, con una sacudida lo tiró al suelo. Maravillado, aterrizó en el suelo con agilidad.
El hombre se levantó como si nada. Su espada era ahora más grande.
El chico cometió un fallo. Miró tarde y la espada se hundió en su carne. No muy profundamente porque cayó al suelo, pero la sangre comenzó a abundar.
Estaba bloqueado por el dolor. Cuando la espada iba a hundirse por segunda vez, la maravillosa pantera hizo su aparición y cegó al atigrado hombre con sus garras.
Seth volvió a ponerse en pie, y con lo único que tenía, su camiseta, vendó la herida rápidamente. Le daba muchísimo corte estar allí así, delante de la pantera que resultaba ser la chica Awens, pero no le quedaba más remedio.
Ahora se sentía mareado. Mareadísimo, diría yo.
Cuando todo le da vueltas, para aumentar la redundancia, sus manos hacen un circulo y se colocan en el centro del "aro" de luz azul que han creado.
Al abrirlas, un rayo cilíndrico de luz de color celeste sale de ellas e impacta contra el pecho de uno de los enormes hombres.
De nuevo Seth se queda patidifuso. Pero esta vez no solo él. Si no el poblado entero. La gente deja de gritar y los felinos hombres se quedan quietos.
Se oyen susurros. Pocos y en voy muy baja, pero susurros al fin y al cabo.
La negra pantera se pone a dos patas y el pelaje y el hocico desaparecen. Es Ky otra vez. Los hombres se evaporan en el aire.
Esta vez se han ido, pero volverán.
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Capítulo II
Parte tercera
Rayo de luz
Seth se había quedado de piedra. ¿Quién habría sido el tremendo idiota capaz de atacar la aldea?
Bueno, aquello ya se pasaba de malo. Y para peor, con lo que acababa de pasar...
Daba igual. Le había entrado el espíritu de superhéroe y ya nada lo pararía. O eso pensaba el chico.
Antes de entrar algo le repelía como un imán. Como un viento fuerte que le empujaba fuera. Pero con un esfuerzo sobrehumano se opuso.
Puso un pie dentro de la desolada aldea. Se oían gritos y se olía humo.
Un familiar sonido silbante se acercaba a él.
Esta vez no.
Esta vez el dardo se clavó en el árbol más cercano. No en la piel de Seth.
Cuando el frío metal de una espada estaba a apenas diez centímetros de su piel, el "imán" hizo que sus pies se levantasen del suelo y que diese una vuelta en el aire, para ahora quedar a la espalda del parduzco ser.
Ahora comprendía la expresión de Ky. "Aquí si no eres así, se te come un tigre". Pues no iba desencaminada. Aquel enorme hombre tenía la piel atigrada. Con líneas negras que surcaban todo su cuerpo. Unos ojos verdes esmeralda...
... y piel que parecía pelo, pero que no lo era. Los hombres eran colosales. De la altura casi de las cabañas. Debían de rondar por los dos metros. Seguro que más.
Pero Seth no estaba para pensar en ello. Él si que acababa de dar un salto colosal.
Una pantera apareció detrás del chico. Una pantera negra, preciosa, de ojos violetas. ¿Ojos violetas?
-¿Ky?.-preguntó incrédulo pero a la vez vigilante, por si alguno de los hombres reaparecía por detrás.
La pantera rugió, como asintiendo. Después saltó. Un salto increíble que a Seth le pasó a cámara lenta. El felino, en este caso, la felina, cayó sobre uno de los hombres. Con el que empezó a luchar con uñas y dientes nunca mejor dicho.
Señal de que el chico debía actuar también.
Con su nuevo "poder" descubierto Seth saltó por encima de otro de los hombres. Pero esta vez, con una sacudida lo tiró al suelo. Maravillado, aterrizó en el suelo con agilidad.
El hombre se levantó como si nada. Su espada era ahora más grande.
El chico cometió un fallo. Miró tarde y la espada se hundió en su carne. No muy profundamente porque cayó al suelo, pero la sangre comenzó a abundar.
Estaba bloqueado por el dolor. Cuando la espada iba a hundirse por segunda vez, la maravillosa pantera hizo su aparición y cegó al atigrado hombre con sus garras.
Seth volvió a ponerse en pie, y con lo único que tenía, su camiseta, vendó la herida rápidamente. Le daba muchísimo corte estar allí así, delante de la pantera que resultaba ser la chica Awens, pero no le quedaba más remedio.
Ahora se sentía mareado. Mareadísimo, diría yo.
Cuando todo le da vueltas, para aumentar la redundancia, sus manos hacen un circulo y se colocan en el centro del "aro" de luz azul que han creado.
Al abrirlas, un rayo cilíndrico de luz de color celeste sale de ellas e impacta contra el pecho de uno de los enormes hombres.
De nuevo Seth se queda patidifuso. Pero esta vez no solo él. Si no el poblado entero. La gente deja de gritar y los felinos hombres se quedan quietos.
Se oyen susurros. Pocos y en voy muy baja, pero susurros al fin y al cabo.
La negra pantera se pone a dos patas y el pelaje y el hocico desaparecen. Es Ky otra vez. Los hombres se evaporan en el aire.
Esta vez se han ido, pero volverán.
Ky es espectacular, me ha gustado la parte en la que Ky salta como a cámara lenta por encima de Seth, que pasada lo he visualizado perfectamente. Que pasada!
ResponderEliminarEsta ves no se me hizo largo eh!
Un saludin :)
Thanks por opinar! Me encanta que puedas visualizarlo así! Porque es exactamente como lo veo yo. xD. Y eso quiere decir que escribo de forma que vosotros veis lo mismo que yo! WOW!!
ResponderEliminarGracias!!
Cali