Seth y el Reloj de Awens. Capítulo II - Parte 2ª

Sorry, chicas. Tardé muchísimo, lo sé. No se me ocurría nada y tuve que desvelar a alguien antes de lo que quería. Losientolosientolosiento!! También sigo atrancada en los otros relatos.... PERDONADME!!! (Y además el título da pena u.u).
Ahí os va:

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Capítulo II
Parte segunda

Huida Inversa

No, Seth no huyó como un cobarde. Se quedó plantado delante de Ky como si le hubiesen cosido la boca. Esta vez fue Kyhei la que se rindió y se marchó. Se escondió en al bosque, quizá fue a matar animales y desahogarse o quizá fue a llorar. Eso no lo supo nuestro chico jamás.

Volvió por donde había venido, al desván. Y de allí bajó al salón, dispuesto a revelarle el secreto a Luci.

-Lu.-musitó al entrar en la cocina.-Tengo que contarte algo.

-Oh, Seth.-dijo ella con voz melosa.-Lo sé todo, cariño.

El chico se quedó de piedra. Luci prosiguió:

-Tus padres y yo entramos en Awens mucho antes que tú, hasta que... ocurrió algo y escondimos el reloj para que no nos tentase el volver.

-Que pasó para que no pudieseis volver?.-preguntó Seth.

-Eso no te lo puedo decir ahora, pero prometo que lo sabrás, vale? Ya sé que tienes otras preguntas, pero ahora no puedo decirte nada, entiéndelo.

Nuestro amigo tuvo que tragarse sus palabras, antes de decirlas. ¡Debía saberlo! Quizá sus padres habían muerto por culpa del Reloj del Awens. Si así había sido, tenía todo el derecho a saber la verdad, pero no, no ahora.
Salió a la calle para despejarse y se encontró con Markus, el típico matón que sale en todas las películas americanas, ése era Markus.

-¡El enano!.-gritó con su voz de cavernícola.

-Cierra el pico, Troglodita.-respondió Seth de mal humor.

El gigante empujó a Seth y lo tiró al suelo, pillándolo desprevenido.

Nuestro chico apretó los puños. De golpe, recordó las lecciones de arco de Ky. Hizo como si el aire fuese su arco, como si el aire fuese su flecha, como si el aire fuese la sangre. Tensó la cuerda imaginaria... y disparó.

Por un segundo se paró el tiempo, o eso parecía. A cámara lenta, Markus bajó la cabeza, mirando hacia su pecho, como si hubiese notado el pinchazo. Todo seguía lento, y el aire ya no era sangre.
La sangre brotaba de verdad. Cada vez más y más, como si la flecha imaginariamente clavada creciese cada vez más en el pecho de Markus.

Una lágrima roja cayó de sus ojos. Seth pensó que estaba soñando. Intentó moverse par ayudar al grandullón, pero no podía. Debieron de pasar horas, creía Seth. A lo lejos se oyó la sirena de una ambulancia. Se llevaron a Markus y Seth seguía parado, sin moverse.

Otra vez el remolino. Y esta vez, a distancia del reloj...

Esta vez, el aterrizaje fue más bien brusco... Quedó suspendido a unos centímetros del suelo y... ¡BUM! Cayó de espaldas en la hierba.

-Ky, voy a matarte.-dijo él, antes de recordar la "crisis" de la Awens.

Ella la miró, fulminante.

-Tienes que ayudarme.-dijo con la voz quebrada.

-¡¿Qué?!.-dijo Seth atónito.

-¡Tienes que ayudarme!.-chilló Ky, que estalló  y cayó al suelo, apoyada en el tronco de un árbol.

El chico se acercó a ella, con cuidado la intentó consolar.

-Ky, ¿que pasa? ¿Qué ocurrió?.-seguía preguntando Seth. Esa escena le recordaba una suave y a la vez no memorable escena.

La chica no levantó la cabeza, pero Seth si. Un humo espeso y más negro de lo normal, se elevaba de la zona de la aldea. El joven tragó saliva.

-Si, Seth West.-dijo la chica ya sin sollozos.-Han atacado la aldea.


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Muy cortito, lo sé o.0, pero es que NECESITABA dejaros con la intriga...jejejeje... ya sé que es cruel, tardar tanto y dejaros así, pero PROMETO que esta Semana Santa sacaré el siguiente Capítulo, vale? FELICES VACACIONES!!!

Au revoir!!! Je aime vous!!!