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L'hiver est à venir...




lunes, 14 de marzo de 2011

Seth y el reloj de Awens. Capítulo I - Parte 3ª

¡Comencemos con en tercer capítulo!
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Capítulo I
Parte tercera
Diana


 -¡Si! ¡Diana!-gritó Seth en el momento en el que su flecha se clavó en el centro de la madera.

-La suerte del principiante.-respondió Kyhei molesta por su precisión.

La chica había empezado a iniciar a Seth en las artes de su mundo y optó empezar por el arco creyendo al chico menos capaz de lo que era.

-Ahora verás lo que es bueno.-dijo ella arrebatándole a Seth el arco y cogiendo una flecha.-vas a aprender a disparar como Dios manda.

Miró a Seth, y al ver su amplia sonrisa, el pulso de Ky tembló por un instante. Tensó la cuerda y disparó. El sonido de la flecha atravesó el aire, y a Seth le recordó la cerbatana, el dardo y el dolor. Cayó al suelo cuan largo era.

-¡Hey!-Ky corrió junto a él.-¿Qué te dio? ¿Fue acaso mi grandeza al disparar?

-No, fue tu maldita flecha. Me recordó al dardo y el dolor volvió por un segundo.

-Mi maldita flecha...-ella miró y señalo la diana-...que ha partido por la mitad la tuya. Eso sí que se llama precisión.

-Dímelo a mí, ¡precisión hasta los tímpanos pasando por el corazón!

-Que graciooooso.-se burló ella.-Por cierto, ¿vas a volver esta noche a tu casa?

-¿Por que lo preguntas? ¿Vas a echar de menos mis encantos?-dijo él sarcástico.

-Ja, ja, ja. Pues si, "amormío", te tengo tanto cariño que si no te vas a tu casa por tu propio pie, te echaré yo a patadas.-dijo, y esbozó una falsa sonrisa angelical.

Pues sí, como Kyhei dijo, Seth tuvo que marcharse. No quería que Luci se preocupase.

               *******

-¡Hola!
-¡Anda, hola, Seth! ¿De donde vienes tan contento?-dijo Luci con sorpresa fingida.

-Pues el reloj que si lo...-entonces Seth se repensó la idea de contarle SU secreto a Lucy, puesto que ahora el reloj era suyo, el secreto también.-que si lo limpias, se aprecian dibujos muy antiguos.

-Ah, que bien.

-A todo esto, ¿que horas vienen siendo?-preguntó él. "Pasar varias horas en un mundo que está sabe-Dios-dónde y sin un reloj (que casualidad), te hace perder el norte".

-Pues son exactamente las 19:36.

-¿Me he pasado ahí dentro cinco horas? ¡Anda ya!-preguntó incrédulo. Al lado de Ky las horas se hacían mucho más cortas.

-Pues si, cinco horas, nada menos.-dijo Lucy- ¿Qué has estado haciendo ahí dentro todo este rato?

El chico tenía dos opciones, o inventarse algo o contarle el secreto a Lucy. Al final se decidió por la primera, confiaba en Lucy, pero no quería precipitarse.

-Yoo... limpiar el polvo y andar en cosas antiguas, ya sabes, para recordar-discurrió Seth.

Nuestro amigo, subió a su cuarto y pensó en escribirlo todo en una especie de diario (uno serio, advertencia: no tomar como referencia "El Diario de Patricia/o depende de si os gusta Bob Esponja o no, xD) para aclarar sus ideas.
Lo escribió todo. Sus sentimientos, sus arrebatos, su expresión al ver por primera vez los ojos violetas de Ky...
Y al segundo se sintió estúpido.

   ******

No podía dormir. No podía estar quieto en su cama, y punto.
De puntillas subió las escaleras al desván y volvió a presionar los números.
Cerró los ojos para dejar que el remolino lo arrastrara, pero no ocurría nada. Volvió a tocar los malditos numeritos, pero no, seguía en su casa, en la Tierra. En aquel maldito universo que ahora odiaba. Si, maldito. ¡Todo maldito! Alguien le había arrebatado la felicidad, y ahora que volvía a tener una razón, volvían a arrancársela del corazón. Desesperado se sentó en el suelo intentando recordar cómo demonios había hecho la primera vez.

"Cierra los ojos. Solo siente." Oyó en su cabeza. A tientas y lentamente se levantó. Posó las manos en el centro del reloj, donde debían estar las agujas y recordó:
"Un movimiento circular. Mano derecha arriba al 12. Mano izquierda también. Derecha al tres, golpe suave, izquierda dos golpes fuertes sobre el nueve y sobre el diez."
Sintió como el viento le traspasaba. Abrió los ojos y se encontró en pleno bosque en la noche.
Andando hacia donde creía que estaba el poblado, oyó un ligerísimo silbido.
Y de golpe unas manos le taparon los ojos.
Cuando volvió a ser libre, se giró y vio unos ojazos violetas...

-Kyhei, por el amor del cielo-susurró enfurruñado.-casi me matas del susto.

-Lo sé, silenciosa como una pantera...-presumió la chica.

-Se oyó un silbido, para tu información.

-Anda ya, ahora deliras por lo del dardo, ¿no?

-Baah. Baja el volumen, ¿quieres?

-A ver, señorito terrícola, ¿quien quieres que nos oiga? ¿Los pájaros?

Seth le sacó la lengua y cambió de tema:

-¿Sabes que casi no llego hasta aquí?

-Mira que eres...

-No fue culpa mía, no recordaba como presionar los números hasta que una voz me lo recordó. No me tomes por loco.

En la penumbra, Ky palideció.

-¿Que una voz qué?

-Que una voz me recordó...

-Si, si,  ya entendí.-le interrumpió ella.
-¿Y entonces?
-Yo...bueno..¿que te dijo exactamente?

Seth confuso respondió:

-Algo de "cierra los ojos y nota" o siente o algo así.

-Como te lo explico...Yo pensé eso hace un rato.-reconoció.

-Aún pillabas. ¿Crees que me puedes tomar el pelo así?
-¡¡Te lo digo en serio!!

-Pues no me lo explico. ¿Tu piensas y yo escucho? No creo en la telepatía, sinceramente...

-Pues deberías-contestó ella.-escucha.

Ya habían llegado a la aldea y Kyhei le arrastró hasta su cabaña.
Seth ya se lo imaginaba: "Existe una leyenda de bla, bla, bla...".

*****
Pronto lo siguiente. Se me dan bien las terminaciones bruscas, ¡ehh! Es broma...XD

¡Au revoir!




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