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L'hiver est à venir...




martes, 11 de octubre de 2011

Andando bajo la lluvia. Capítulo II - Parte 1ª

Bueno, he aquí el cuarto capítulo. Veamos si la cosa se empieza a poner interesante.

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Capítulo II
Parte primera
Nada me gustaría más


Yacía tirado sobre su cama. Abajo, su padre hablaba por teléfono, tal vez con un cliente, un compañero de trabajo o su mismo jefe.
Realmente, no le importaba.
Se aburría mortalmente. Había tenido que dejar a sus amigos en el parque del barrio de Antía porque tenía una especie de reunión de la familia. El tío Alberto se había puesto enfermo y no pintaba bien la cosa. Así que se habían repartido los "turnos" en el hospital. Aquella tarde le tocaba a su madre y a él, en teoría. Pero Paul estaba tan derrotado de la juerga de la noche, que prefirió quedarse en casa tras la reunión.

Observó el reloj de reojo. Eran las 15:30.
Era temprano aún, pero tenía ganas de echarse algo a la boca. Así que bajó por las escaleras al primer piso. La voz de su padre se escuchaba cada vez más nítida.  

-Si... bue... el otr...no... tiempo... así que...-conversaba casi con normalidad. Lo extraño era que hablaba casi en susurros.

A medida que bajaba los peldaños y se introducía en el salón, las respuestas de la persona al otro lado del teléfono podían casi adivinarse. Su padre estaba sentado en el sofá, con los pies sobre la mesa y de espaldas a la puerta.

-Claro que no cariño... Eso no puedo hacerlo... ¡No, Amanda, no digas eso!-en ese momento casi elevó la voz-Que si, que sabes que sí... No, si quieres, eso... continúa. Pero no haré ninguna estupidez... Está bien... Claro. Sé buena, ¿eh?.-soltó una pequeña risa, se despidió y colgó.

El hombre se levantó del sofá y se dirigió a la puerta de la cocina. Pero sin ver a su hijo, que se había escondido tras un biombo que tenían en el pasillo. Aquella conversación le daba mala espina. Tendría que hacer algunas investigaciones.

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En otro lugar, unas horas antes.

No le interesaba en absoluto aquel programa del corazón que estaba viendo. Simplemente miraba a la pantalla y escuchaba los cotilleos sobre la Duquesa de Alba y los rumores de Shakira y Piqué porque no tenía otra cosa mejor que hacer.
Ni siquiera escuchó los pasos o el sonido de la puerta al cerrarse que precedió a las zancadas.

Alguien se sentó a su lado en el sofá. Pero la joven seguía impasible ante el televisor.

-También creo que no debió hacerlo.-susurró una voz ronroneante de adolescente.

Antía no se sobresaltó, pero giró la cabeza y se encontró la de Guille a dos centímetros de la suya.

-Me alegra oírlo.-respondió ella. Alejándose.

-Ellos no lo entienden.-murmuró el chico, acercándose más.-Nunca te entendieron. En realidad no me marché. Me quedé en el portal hasta que desaparecieron de mi vista. Solo porque...

-¡Por favor!-exclamó Antía.- Frénate, ¿quieres?

Ella le miró, muy seria. Pero al instante, una pícara sonrisa comenzó a asomar por las dos caras. Al tiempo que el cuerpo del joven se inclinaba sobre el de la chica, haciendo que el sofá crujiese. La luz permanecía apagada, mientras las manos de él se deslizaban por el torso y la nuca de la pelirroja, y ambas bocas se mezclaban sin ningún tipo de miramiento. Dulzura, suavidad y amistad habían salido del cuarto para dejar paso a un desahogo irrefrenable.

De fondo, la presentadora, continuaba hablando sobre el romance entre Piqué y Shakira.
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Melanie se encontraba en uno de sus lugares favoritos: el Claro de Aguadulce.

Estaba sentada junto al diminuto lago de aguas cristalinas que daba nombre al lugar.
Atrás quedaba el enorme conflicto en casa de su amiga. Atrás quedaba el incidente del parque.
Lo que no quedaba atrás era aquella horrorosa tarde de lluvia con la que tenía pesadillas desde hacía un tiempo.

Observaba la superficie del transparente líquido como en estado de shock. 
Imágenes le aparecían en la cabeza como flashbacks.

Una acera. Unas risas. Un paso de peatones. Un coche. Un chillido.

Desaparecía y un par de días después, la imagen volvía, como un continuo Déjà-Vu.

Mel odiaba sentirse culpable. Y lo peor era que la angustia se la tragaba. Ésta luchaba por ascender por su garganta hasta sus labios. Pero ella seguía impulsándola hasta el más recóndito lugar de su corazón.
No se daba por vencida. La culpa aumentaba cada día, la chica misma la alimentaba con sus pensamientos. 

Amedrentada, Melanie había intentado un par de veces consolarse con su madre, o con alguna de sus amigas. Pero no había dado resultado. Las palabras volvían a caer por el esófago hasta el interior de sus entrañas antes de que la joven aprendiese a sacarlas..

Una sonrisa dulce y joven. El chapotear de unas botas en los charcos. Unos ojos castaños llenos de vida. El repetitivo golpeteo de unos pies contra el suelo.

-Nada me gustaría más que olvidar...-dijo para sí misma. Mirando el reflejo de una chica que no se parecía a la antigua Melanie. Ahora era pálida, ojerosa... y triste.

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Espero que os gustase y no os deprimiese mucho, jajaja.

¡Au revoir, mes adorables!

3 comentarios:

  1. He estado un poco ocupada, pero ya actualizare la lista de pedidos, ya vienen mis examenes y eso me pone de enrvios jajaja pero la tendre lo mas pronto posible
    Besos y gracias por el pedido :D

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  2. :O La trama ya va tomando mas forma... pero aun me quedan muchas dudas e intriga!!!! Quede con ganas de leer proonto el siguiente capituloo jdfhadsjk

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  3. Gracias, Nesbell. Tómate tu tiempo. No es tu obligación, lo primero son los estudios!! =)

    Me encanta que quieras leer el siguiente!!!
    Thanks for read. ;D

    Cali

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Muchas gracias por dejar tu sueño en nuestra pequeña nube.