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L'hiver est à venir...




jueves, 30 de junio de 2011

Seth y el Reloj de Awens. Capítulo III - Parte 1ª

Buenom, como que el blog no está teniendo demasiadas visitas, diría yo.
Pero confío en que sea cosa de las vacaciones. =)
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Capítulo III
Parte primera
En bocas abiertas

Tras el enfrentamiento contra aquellos extraños hombres-tigre, el pueblo entero rodeó a Seth, como alabándolo. Ni él sabía como lo había hecho.

La hermosa pantera negra se había reconvirtido en una joven, Kyhei,  no se unía al círculo pero sonreía, pícara, algo alejada de la muchedumbre.

Cuando al fin consiguió el chico entrar solo en su cabaña (después de que le vendasen la herida como es debido), se sentó e inspiró aire profundamente.
Ahora sentía algo de miedo, puesto que tras pensar que aquello solo era un sueño. había regresado a Awens y descubierto un nuevo poder dentro de él.
Por no contar el lado débil de Ky.

Apoyó la cabeza entre sus manos, mientras que sus codos se posaron sobre sus rodillas.
Se frotó los ojos y volvió a suspirar.

Aquello era muy, pero que muy raro. Lucy debía estar preocupadísima. O no... cuando había intentado contárselo ella ni le había dejado. ¿Lo sabría todo ya o simplemente no quería saberlo y había mentido?
No, no era posible. Había hablado de Awens, cuando él ni lo había mencionado.
Tal vez... tal vez sus padres habían muerto por culpa de Lucy y por eso ella no quería contarle por qué no habían querido volver a Awens.

"No, no, ¡no!" pensó el joven. Se negaba. Tantos pensamientos en su cabeza... era todo tan confuso. ¡Por eso era fácil creer que era un sueño! Frunció el ceño y agarró la tela de su camiseta con fuerza.

-Hey.-se oyó desde la pequeña puerta.-Si sigues así vas a romperla.

Levantó la vista, al reconocer la voz. Era Ky. La que hacía tan solo un ratito era un preciosa pantera negra.

-Bueno, qué.-dijo ella, sentándose casi a su lado.- ¿Piensas contarme cómo repámpanos lo has hecho?

Seth le miró a los ojos, de aquel violeta asombroso que le había dejado colgado desde el primer momento.

-¡Si no lo sé ni yo!.-aclaró él con una exclamación.-¿Cómo quieres que te lo explique?

Recordó como había movido sus manos, y se preguntó si con otros movimientos distintos y a la vez semejantes conseguiría hacer otras cosas.

-Tengo una pequeña idea, chaval.-Seth se temía lo peor. No le gustaba esa sonrisa de Kyhei.-Mira, ahora cogemos, y nos vamos a la montaña para que aprendas a controlarte, no vaya a ocurrir alguna desgracia.

Seth se quedó asombrado. ¿Ky y él en la montaña asoladamente solos? Aquello no podría terminar bien. Al menos no bien en alguno de los sentidos.

-Pero... pero.-musitó Seth.- No creo que sea buena idea.

Dijo al fin.

-¿Por que? ¿No quieres aprender más sobre tu poder o lo que quiera que sea eso?

Ella seguía sonriendo, a pesar de la confusión de Seth.

-No.. bueno, yo... ¡si! ¡Pero no creo que ir contigo sea la mejor opción!

-¿Ah, no? ¿Acaso tienes algo de confianza con alguien más?

Aquello lo dejó tumbado. Literalmente. Se dejó caer hacia atrás en la cama.
Volvió a mirar a la chica.
Al final, sin argumentos ni recursos, tuvo que aceptar la propuesta.

Al día siguiente, con las mochilas (o algo así) cargadas, siguieron en camino que llevaba hasta las montañas.

Dos días después llegaron a una explanada cercana a la cumbre y acamparon allí.

El problema es que las tiendas no eran muy allá (puesto que eran de tela echa manualmente y no muy resistente), y la de Seth se rompió, en el momento en el que juntó sus manos haciendo un triángulo, del que salió una luz parecida a la de la vez de los hombres-tigre, pero de color amarillo.
La luz rozó la tienda y esta salió volando, rota.

Así que Seth y Kyhei tuvieron que dormir en la misma tienda durante su estancia en el lugar, para desagrado de los dos.

Uno de los días, marcharon al bosque más cercano a practicar algo más difícil.
Se colocaron los dos, uno a cada lado, de un pequeño lago de por allí.

Claro que era cercano el invierno en las montañas y el lago estaba casi congelado.

La prueba consistía en lanzar un triángulo de luz, seguido de un círculo a los lados de Ky sin darle a ella. Y aunque pareciese imposible, había sido idea de la Awens.

Salió bien, excepto una vez en la que Seth apuntó algo mal, y casi rozó a la chica, aunque esta se lanzó hacia delante, con la mala suerte de caer en el lago.

Al ver que no salía, Seth se asomó y la vio enganchada a algo que estaba en el suelo. Forcejeaba pero no era capaz de soltarse, y Seth no sabía que hacer.

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Bueno, espero que os haya gustado.
¡Au revoir!

2 comentarios:

  1. Muerte roja

    Si Cali me ha gustado mucho.
    Me has dejado super intrigado con este final, que seria con lo que se engancho...
    Ay tendré que esperar.

    UH cambio de imagen... muy formal pero sigue con tu espíritu!!!

    Un besin ;)

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  2. =) ajjajaa, gracias. Lo encontré pululando por los botoncitos de "DIseño"
    JJaa, muchas gracias. Me alegro de que te guste. Eres la única que comenta estos días!!!
    =)
    besotes!

    Cali

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Muchas gracias por dejar tu sueño en nuestra pequeña nube.